Santo Domingo.– En un mundo cada vez más interconectado y dinámico, los líderes empresariales se enfrentan a una creciente presión por equilibrar el rendimiento corporativo con el bienestar humano. Esta tensión se intensifica a medida que la inteligencia artificial (IA) transforma profundamente la naturaleza del trabajo, automatizando tareas, reduciendo potencialmente los puestos de nivel inicial y acelerando los cambios organizacionales. Así lo destaca el informe “Tendencias Globales del Capital Humano 2025”, publicado recientemente por Deloitte.
El estudio plantea que esta nueva realidad genera exigencias contrapuestas tanto para los empleados como para los directivos y las organizaciones. Una de las más significativas es la creciente brecha de experiencia: con la desaparición progresiva de los empleos de entrada, se limita la capacidad de los nuevos profesionales para adquirir conocimientos prácticos esenciales. Al mismo tiempo, los roles tradicionales de la gerencia media están evolucionando, lo que obliga a las empresas a replantearse cómo apoyar el desarrollo individual en este entorno cambiante y cómo aprovechar plenamente el potencial de la IA de manera estratégica.
Deloitte sugiere que para enfrentar estos desafíos, las empresas deben abandonar los enfoques convencionales de desarrollo de talento. Esto implica rediseñar profundamente las funciones de los gerentes, enfocarse en las capacidades humanas y utilizar la inteligencia artificial no solo como herramienta operativa, sino como aliada en la generación de valor compartido entre la organización y sus empleados. Llama la atención que solo alrededor del 6% de los trabajadores encuestados considera que su organización está avanzando con fuerza en la creación de ese valor conjunto.
Una de las preocupaciones centrales identificadas por el informe es la discrepancia entre la creciente demanda de profesionales con experiencia y la dificultad que enfrentan muchos candidatos calificados para acceder a oportunidades laborales debido a la falta de experiencia previa. Ante esto, Deloitte propone que las empresas cambien su enfoque de contratación, priorizando las habilidades comprobables y el potencial de desarrollo futuro por encima de los requisitos estrictos de experiencia.
El informe revela también que un amplio consenso, tanto entre ejecutivos (73%) como entre empleados (72%), señala la necesidad urgente de que las organizaciones generen más oportunidades para el aprendizaje experiencial. Además, un 74% de los encuestados –entre trabajadores, gerentes y directivos– considera esencial poner mayor énfasis en el fortalecimiento de las capacidades humanas dentro de las compañías.
Otro aspecto crítico abordado en el informe es la transformación del papel que desempeñan los mandos medios en la era de la inteligencia artificial. Actualmente, muchos de estos gerentes se ven absorbidos por tareas administrativas y resolución de problemas, dedicando cerca del 40% de su tiempo a estas labores y solo un 13% al desarrollo de su equipo. Esta distribución desequilibrada, sumada a la falta de preparación para liderar personas que manifiestan más de un tercio de los gerentes, así como el impacto negativo en su bienestar mental reportado por el 40%, subraya la urgencia de redefinir el rol gerencial en las organizaciones modernas.
La implementación de la inteligencia artificial en las rutinas diarias está transformando de manera sutil pero profunda la experiencia laboral. La colaboración entre humanos y máquinas se convierte cada vez más en un componente clave del “propuesta de valor al empleado” (EVP, por sus siglas en inglés), es decir, las razones por las cuales una persona elige trabajar y permanecer en una empresa. Un EVP actualizado, que refleje estos nuevos equilibrios, puede ser determinante para atraer y retener talento en un mundo donde la IA es protagonista.
El informe resalta también que los líderes que logran comunicar con claridad el papel de la inteligencia artificial en la evolución del trabajo, la promoción del crecimiento profesional y el equilibrio vida-trabajo, son capaces de generar mayor confianza en sus equipos. De hecho, más de la mitad (52%) de los líderes encuestados reconoce el alto valor potencial de una colaboración más profunda entre humanos y máquinas. Asimismo, más del 70% de los gerentes y empleados indicaron que estarían más dispuestos a unirse o permanecer en una organización que prioriza su bienestar y crecimiento en un entorno laboral impulsado por la tecnología.
Karen Pastakia, líder global de Capital Humano en Deloitte Canadá, subrayó que centrarse excesivamente en resultados a corto plazo puede obstaculizar la creación de valor sostenible. Afirmó que, si bien es cierto que la IA puede utilizarse para mejorar procesos y resultados, las organizaciones que logran usar esta tecnología para anticipar desafíos, mejorar la calidad de vida de sus empleados y reinventar estructuras de gestión rígidas, están mejor posicionadas para ofrecer beneficios tangibles a todos sus grupos de interés.
El informe “Tendencias Globales del Capital Humano 2025” se basa en una encuesta realizada a cerca de 10,000 líderes empresariales y de recursos humanos de diversos sectores y países –93 en total–, e incluye sondeos adicionales enfocados en trabajadores, gerentes y ejecutivos, con el fin de explorar las diferencias entre la percepción de la alta dirección y la realidad diaria de los empleados. Esta información fue complementada con entrevistas a más de 25 ejecutivos de empresas líderes a nivel internacional.