Santo Domingo.– El ejercicio del trabajo social en los hospitales dominicanos atraviesa una etapa crítica debido a la carencia de normativas claras que rijan su práctica profesional. Así lo expuso el trabajador social Jerson Mateo Taveras durante la conferencia titulada “Prácticas del Trabajo Social en el Sector Salud: Un Análisis Crítico del Ejercicio Profesional de los Trabajadores Sociales en Tres Hospitales de Santo Domingo de Guzmán, 2020”. Esta actividad se desarrolló como parte del programa académico del Departamento de Trabajo Social de la Escuela de Sociología, adscrita a la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
El evento congregó a profesionales del trabajo social, docentes universitarios y estudiantes interesados en profundizar en los retos actuales de esta disciplina dentro del ámbito de la salud. Durante su intervención, Mateo Taveras compartió los resultados de una investigación cualitativa realizada en tres centros hospitalarios de la capital, cuyos hallazgos reflejan una preocupante falta de regulaciones específicas que orienten las funciones del personal de trabajo social en el entorno hospitalario.
Según el expositor, esta ausencia de lineamientos ha traído consigo consecuencias directas en el ejercicio de la profesión: se ha desvalorizado su papel, se observan prácticas dispares entre instituciones y existe una débil integración de los trabajadores sociales a los equipos médicos. “La falta de un marco normativo claro ha dejado al trabajo social hospitalario en una posición de vulnerabilidad institucional, con escaso respaldo organizacional y poca visibilidad dentro del sistema de salud”, expresó.
Uno de los puntos más reveladores del estudio fue la diversidad de funciones asignadas a los trabajadores sociales según el hospital, lo que evidencia la inexistencia de criterios unificados. En algunos centros, su labor se limita a tareas administrativas, mientras que en otros participan en procesos clínicos sin una estructura definida que respalde su intervención. Esta variabilidad no solo afecta la calidad del servicio ofrecido, sino también la identidad y el reconocimiento profesional del trabajador social.
La conferencia incluyó una serie de propuestas estratégicas encaminadas a revertir esta situación. Entre ellas se destacan la elaboración de una normativa específica que delimite las competencias y funciones del trabajo social en el área de salud, la implementación de programas continuos de formación profesional, y la promoción de una integración efectiva del trabajo social en los equipos interdisciplinarios que atienden a los pacientes.
La jornada concluyó con un espacio de diálogo abierto, en el que los participantes coincidieron en la urgente necesidad de contar con una regulación formal que respalde el ejercicio del trabajo social en los hospitales del país. Se enfatizó el llamado a las autoridades del sector salud, así como a los colegios y asociaciones profesionales, para que asuman un compromiso tangible con el fortalecimiento de esta práctica esencial para la atención integral de la población.
La intervención de Jerson Mateo Taveras, marcada por una mirada crítica y constructiva, abrió un espacio de reflexión sobre el lugar que ocupa el trabajo social dentro de la red pública de salud. Asimismo, subrayó los desafíos pendientes para lograr un sistema verdaderamente integral que no se enfoque únicamente en la enfermedad, sino que contemple los determinantes sociales que inciden en la salud de los individuos y las comunidades.